jueves, 18 de diciembre de 2008

Rosas De Hielo

Mas que un poema, es un pensamiento, mas que pensarla, es extrañarla, mas que echarla de menos, es analizar el porque este sentir... Es sobre el todo y la nada... sobre un jardín de rosas tradicionales, que en medio de su extensión, posee una rosa de hielo...
Hoy fue un día poco tradicional, de esos que ocurren cada año bisiesto solamente. En un mortal donde la soledad es su gran amor y no desea serle infiel, llega un dia donde lo atrapa de repentino modo la melancolía. Tal vez por ella, tal vez por extrañarla, tal vez por pensar en las consecuencias que puede traer un sentir hacia esa figura eterea y tenue... hace esa rosa de hielo... Imponente, magnánima, monumental, adorable... pero frágil, más que compuesta de pétalos, por capas de hielo.. sin sabor, sin color, pero con el profundo aroma que su piel me dejo aquella noche donde mis labios accidentalmente casi cruzan con los suyos... momento tenso, y algo extraño... que queda para un recuerdo no finito... Que extrañar el de hoy, molesto, insulso, distraído, enfocado a querer olvidarla por presumir que ella no recuerda...
Que cual espinas de cristal coloca en estas manos las punzadas frías de una indiferencia peculiar... cual rosa de hielo cuyo tallo sólo lo quiebra el mismo hielo y lo derrite un calor abrazador... Cual bella e imponente creación se presenta ante estos ojos mortales y hace que esta alma se derrita con tanta fuerza como el sol intenta quebrar la capa de esa rosa. Primera y última vez que fue un disgusto extrañarla de este modo... no por intenso, sino por pertinaz, no por infinito sino por permanente... preocupado por aquellas manos temblorosa, preocupado por esa salud frágil como rosa marchita, desdichadamente pensativo por lo que esto puede acarrear. Sería más fácil verla con los ojos que se ve a un mortal más, ojos relajados, ojos insulsos, ojos insípidos que solo buscan un rozar de labios... pero no... ... no es posible.
Porque estos ojos sólo desean verla feliz, este ser sólo desea querer y ser querido, pero sólo por esa ahora rosa de hielo. No sabe en cuantas lunas, no sabe cuantas alondras morirán antes de que ese hielo se derrita y logre calar ese hilo de luz que este cariño desea emitir, luz que ilumine, luz que haga efecto, luz que envuelva y arroje un calor estructurado en un alma ahora huérfana. Mientras tanto las espinas van clavando, van haciendo mella de un modo como sólo hoy hicieron. Veo mis manos, y percibo algo invisible al ojo humano como pequeñas fisuras de una aguja milimétrica... pero en realidad, lo que sólo yo se, es que son espinas de esa rosa de hielo, son resacas de su aliento frío e inquietante, cuyo aroma recuerdo, por inhalarlo sin querer, por tenerlo cerca, por extrañarlo aún hoy, con una permanencia insistente...
Mientras tanto voy conociendo los riesgos de abrazar el hielo, porque quema, porque enferma, aunque a la vez te invite a abrazarlo... Mientras tanto, hoy, y sólo a partir de hoy logró este mortal entender que ahí estará ella siempre en su ser, que ahí siempre permanecerá, de un modo u otro, con cariño o sin cariño, con amor, o sin amor. Fue sólo hoy, y a partir de hoy este mortal entendió que mucho hielo tendrá ella en su coraza y mucho intentará ella evitar lo verdadero, lo infinito, lo real... Más sin embargo fue hoy y sólo hoy que he entendido que la limitante más absurda que se pueda colocar, sólo es motivo de luchar, sólo es motivo de intentar, aún desde el silencio más mordaz... que día... que extraño.. que noche... Noche de una Rosa de hielo, de temer, de sentir su frío, su alejar más profundo por el motivo que sea... Noche de, de modo definitivo, plantado, seguro y totalmente convencido de que estoy loco, decidir luchar por ella, por su corazón, por lo feliz que pueda ser, por una risa permanente, por un pañuelo para sus lágrimas... Noche de desear, del modo más profundo, derretir ese hielo, troncar esas espinas y convertir a esa Rosa de hielo, de la cual tanto me incomodó hoy su ausencia, en un verdadera Rosa blanca, que es lo que su alma indica, que es lo que su ser es... de una vez... hasta el final de los ciclos.

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